domingo, 30 de septiembre de 2012

La madriguera de las ratas



He oído hablar de que existe una nueva especie de ratas. Ratas del hormigón  Lo devoran al hormigón hasta que la casa se venga abajo. Y luego se lo devoran a uno.

Bueno, esta mañana, cuando hacía el conteo de los materiales que necesitaba reponer para reanudar la obra, me encuentro con un hoyo en el medio de la platea del hall de entrada de mi hotel. Una platea de cuarenta y cinco centímetros, por mi miedo a los terremotos. Cuarenta y cinco centímetros de cemento, agua, piedras, acero y muchos miedos. Ellas habían cavado y comido toda mi defensa y se escondieron en alguna parte de mi nueva, pero no acabada, estructura. Lo peor de todo es que jamas las vi.
Se escondieron y mutaron, son informes, se pueden haber convertido en columnas, que anteriormente comieron, o en materiales faltantes, o en herramientas de trabajo incluso.
Solo vi ese agujero, y me fue suficiente para saber que ellas estaban aquí.
A pesar de ser nueva la construcción, me he rodeado de muchos objetos, con distintos utilidades; herramientas para seguir erigiendo el edificio, muebles de segunda mano donde duermo por ejemplo un sofá antiguo; una radio, revistas y crucigramas donde pasar el ocio.

Todos parecen reales, solo que no logro darme cuenta cuales de mis objetos son las ratas que vulneraron mi proyecto.


PD: ¡Buenas tardes! (Escuchar con auriculares)


El Dueño del Hotel

lunes, 17 de septiembre de 2012

Un trozo de yeso y la pared negada


Pues bien, no puedo seguir los planos. Yo mismo me cambio los planes, yo mismo me boicoteo.
Las placas de yeso que te iban a dividir, estructura mía, hoy son toscas tizas. Reventadas por el vandalismo, por falta de obrador con sereno. Humedecidas por la lluvia, blandas poco escriben en los muros.
Como lapiz para la hoja, pretendo, tontamente, volver a dibujar los planos. Replantearlos, cambiarlos, repetirlos o recordar donde iban las paredes.
Solo yo, y las paredes que dan a la calle. Imponentes, rugosas, de revoque grueso nada mas.
Horrendas... ¿porque me comen las manos? ¿porque no me dejan escribirte? ¿porque me cuesta sentir?
Lineas rectas... -imposible- dice la pared.
Un círculo perfecto... -no existe la perfección, hasta yo, una pared tan fornida, tengo mis dolores, mis vidas pasadas- me replica.
-¿Y que es perfecto entonces?- le pregunto
-Ya te he dicho que nada... tu voluntad no es la excepción-
-¿Que se puede dibujar entonces?- furioso interrogo
-Tus sueños... ese sueño- me dice y me deja atónito
La manos de piel seca, comienzan a ser comidas por la cal, en las que estaban envueltas las tizas. Quisiera llorar, pero mis ojos también tienen cal.
-¿Como carajo vos sabes que sueño?- increpo al muro
-Soló sé que es lo que has soñado anoche... no podíamos dormir en la estructura-
-¿Como que no "podíamos"?... ¿quienes?-
-Los materiales, los muros levantados, las columnas, los escombros, las herramientas... gritabas, como si agonizaras... subiste, poseído, y dibujaste la sonrisa de una mujer en techo-
Mis ojos clavados en la nada, incrédulos, pero con miedo... miedo a la existencia.
Mi cabeza casi frenada, comienza a subir la mirada... ahí estaba ella... dibujada casi perfecta en el cielorraso, con la palabra "futuro" entre sus labios.

El Dueño del Hotel

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Correspondencia acumulada


Pilas y pilas de cartas que repiten "URGENTE/CAMBIO DE PLANES".
Todas atoradas bajo la puerta de entrada, que hinchada por la humedad y falta de barniz, no me deja pasar.
Abro una carta y desaparecen las restantes. Todas decian lo mismo:

"Utilice las instalaciones tales como está... No siga las antiguas recetas, el hormigón, el yeso y la pintura no son lo que solían ser. Invente nuevas fórmulas.
  1. Solo se permitirán refacciones que contengan el 50% de la anterior estructura. Ni mas... ni menos.
  2. Si quedaron inundadas algunas habitaciones, no las toque.
  3. Haga un nuevo juego de llaves
  4. No regale copias de las llaves
  5. Cambie los picaportes dorados por plateados... en caso de ser plateados, no los cambie.
  6. Pinte vidrios de color blanco en cruces, desde el mas pequeño hasta el mas grande, hasta el día de la inauguración.
  7. Póngase algo presentable... puede que esté en medio de una obra, pero no quita que usted sea un caballero... tampoco quita que su amada pase a ver en plena refacción.
  8. No tome el mate frió... no vicie la yerba... no le ponga azúcar.
  9. Tenga los papeles en regla. No pruebe la coima... últimamente están muy exigente los agentes municipales.
  10. Los pasillos tienen que ser jardines, y los jardines habitaciones, y las habitaciones depósitos, y los depósitos pasillos. (se recomienda no seguir al pie de la letra esta instrucción).
Sin mas nada que decirle, me despido, un fuerte abrazo y una pronta inauguración.

USTED MISMO"

Leerme a mi... mi pasado que ha pensado en su propio futuro, osea en mi mismo futuro, me dio miedo. Pues no hay peor, ni mas exigente capataz de obra que unos mismo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

INMÓVIL... In - mo - vil


Repetía una y otra vez mi cabeza mientras sentado enfrente a una mohosa estructura volvía a despertar. Otra vez la misma sensación: IN-MO-VIL.
Apenas pude respirar. Tantas palabras quedan en la garganta, no se acumulaban desde ya hace tiempo.
Vuelvo a respirar.
Sentado veo como el moho de las columnas se seca y se desprende del hormigón. La bomba de agua que se instaló en 
el sótano vuelve a hacer ruido, pero no hay canillas aún.
Perdí los planos. No tengo lápiz, ni regla, ni papel... recuerdo muy poco sobre la estructura. Ya había tenido en cuenta, que la improvisación y la albañilería no se llevan bien, pero este este es un caso que si se deja fraguar, quizás se quiebre.

:ElDueñoDelHotel: